Ir al contenido principal

Ejercicio para ser madres y padres más tolerantes y amorosos


El comportamiento de los hijos representa un gran reto para muchos padres de familia y adultos en general. Los hijos son los que mejor saben cómo detonar en los padres de familia las reacciones más alegres y de satisfacción, pero también las reacciones más agresivas, intolerantes, de frustración, ansiedad e impotencia. “Todo comportamiento comunica”, y es por eso que cuando una chica o un chico exhibe un comportamiento que evade la autoridad del adulto, muestra agresividad y rebeldía, o bien, se vuelve callado, apartado o excesivamente obediente, es porque están pidiendo “a gritos o en silencio” la atención de esas personas que suelen ser las más importantes su vida.
Quiero compartir con ustedes una herramienta que puede ayudarles a transformar esas emociones de frustración, enojo, rebeldía y de apatía (tanto de ustedes como de sus hijos), en una relación que se construya desde el corazón y no desde las expectativas de la mente. Toma nota por favor:
- Elige nuevas palabras para hablarles con amor y respeto a tus hijos el día de hoy:  (mi amor, mi niño o mi niña; utiliza la palabra consecuencia en lugar de castigo; me siento feliz de ser tu mamá/papá, etc.)
- Elige (un día a la vez) una palabra que no volverás a decirles a tus hijos (eres necio, flojo, eres mentiroso, estoy harto, siempre es lo mismo contigo, por tu culpa, cállate, etc.)
- Elige (un día a la vez) una palabra que no volverás a utilizar para hablarte a ti misma o para hablar de ti a otras personas (soy débil, soy pésima para la tecnología, nunca tengo tiempo, soy un(a) tonto(a), todo se me olvida, todo me da miedo, tengo pésima memoria, etc.)
La manera en la que nos hablamos a nosotros mismos, es la misma manera en la que les hablamos a nuestros hijos, y por consecuencia, será la manera en la que ellos nos hablarán o se convertirá en la manera en la que nos perciben. Al modificar las palabras dañinas que utilizamos para dirigirnos a nuestros chicos por palabras de respeto y cariño, estamos modificando la manera en la que ellos reaccionarán a lo que les queremos decir.
Les dejo también un sencillo ejercicio que sería recomendable hacer todos los días en nuestra mente, no importa si tenemos de frente a nuestros hijos, si estamos mirando una fotografía de ellos o simplemente traemos su imagen a nuestra mente con los ojos cerrados:
Contempla con amor la imagen de tu hijo(a) en silencio por algunos minutos, siente ese amor que guardas en tu corazón, déjale saber que ella/él forma parte de ti y tú formas parte de ella/él.
Exprésale con el corazón cuánto lo amas, dile el por qué es importante en tu vida y aprovecha para decirle cómo te sientes en este momento al expresar tu amor.
Toma unos minutos todos los días, cuando estén dormidos o despiertos, para observarlos con los ojos de tu corazón y haz este mismo ejercicio para ti mismo mientras te miras en un espejo.
Conéctate con tus hijos desde el corazón y estarás construyendo el lazo más sólido y amoroso que jamás nadie podrá construir con ellos.

Piensa, siente y reflexiona...     


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Los que no saben del autismo

Cuando mi hijo mayor, Eric, fue diagnosticado con autismo en 1998 yo no tenía ni la menor idea de lo que la palabra “autismo” significaba. No sabía que el autismo era un trastorno del neurodesarrollo con el que mi hijo había nacido. No imaginaba que “no” había cura o reparación, tampoco tenía idea de que los niños con autismo presentaban capacidades y necesidades diferentes entre sí, en cuanto a niveles de intensidad y apoyo. Pensaba que la culpa de este trastorno en Eric era por su papá porque él tiene un hermano con un trastorno mental, o quizá era culpa mía por haber pasado momentos de gran tristeza y periodos de adaptación desafiantes para aprender a vivir en un nuevo país y convivir con una cultura que no es la mía. En pocas palabras en aquella época yo era una verdadera ignorante que no sabía nada sobre mi propio hijo Me sentía víctima de las circunstancias y de la vida misma. Trataba de encontrar un responsable de lo que estaba viviendo, me manifestaba como una “pobreci...

¿Qué tenemos de "especiales" las mamás de hijos "especiales"?

...Este es un tema inagotable, especialmente cuando sabemos que TODOS LOS HIJOS SON ESPECIALES; cuando sabemos que cada uno de ellos tiene necesidades específicas y únicas determinadas por su temperamento, personalidad, carácter y por la relación que hemos formado con cada uno de ellos a lo largo de sus vidas. Qué difícil es nombrarme "madre especial" cuando en casa tengo dos grandes amores a los que no puedo medir con una cinta métrica para identificar que cariño es más grande o más profundo. Son dos amores que se complementan y me requieren cosas iguales pero de diferente forma: uno de ellos necesita mi atención continua, una educación modificada para poder evolucionar, mi capacidad de regular mis emociones para poder guiarlo con amor. Requiere que yo me eduque continuamente para entender su silencio a medias y sobre todo se beneficia inmensamente de que yo tenga una paciencia de “santa” para no involucrarme en sus arranques de ansiedad cuando no logro entender lo qu...

Inclusión, ¿una utopía o una realidad?

Inclusión... ¿una utopía?, ¿un ideal?, ¿un sueño inalcanzable para la raza humana? No lo sé, pero mientras exista el mal entendimiento de que somos una especie con una inmensa diversidad y por lo tanto de inagotables diferencias, será un reto entender de raíz lo que es la inclusión y llevarla a cabo. La inclusión no debe ocurrir únicamente con personas con diagnósticos neurológicos o biológicos, la inclusión debe ocurrir bajo cualquier circunstancia en la que una persona o un grupo de personas sean mal entendidas por el resto. La exclusión ocurre con los adolescentes están por vivir una etapa mal entendida y los tachamos de rebeldes, no pensantes e irresponsables; con el autismo por ser una condición que no tiene explicación "lógica" y por lo tanto, no hay lógica general para relacionarse con ellos. Con los diagnósticos en los que faltan o sobran cromosomas porque físicamente nos parecen diferentes y sus necesidades biológicas son muy diferentes a las del resto. Co...